Mantente joven con estos consejos
En estos tiempos en que todo es rápido, express, listo para consumir y delicioso, se está haciendo hábito alimentarse inadecuadamente. No nos preocupamos de consumir todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita, nos importa más que sea fácil, rápido y agradable al paladar. Y es que cuando este comportamiento se repite todos o casi todos los días, a lo largo de toda nuestra vida, es de esperar que nuestra salud vaya decayendo con los años. Si yo me compro un auto nuevo y decido ponerle bencina con plomo en vez de la de 97 octanos como dice el manual, no puedo esperar otra cosa que un funcionamiento subóptimo; y más aún si no le repongo el agua al radiador, no le cambio el aceite al motor y todo eso. ¿Y qué pasaría si además de eso, uso el auto solo para ir a la esquina 1 vez al mes? sin saber nada de mecánica, te aseguro que algo se oxida.
Bueno, eso es exactamente lo que pasa con nuestro cuerpo, sólo que infinitamente más complejo. Me pregunto entonces ¿por qué, si somos tan inteligentes, no nos damos cuenta de eso? ¿o será que decidimos ignorarlo? Es verdad, la comida rápida es deliciosa, es muy grande la tentación. Y supongo que consideramos la comida más bien una fuente de placer que de nutrición y salud.
Lo cierto es que, ya hay suficiente evidencia científica para decir: la comida rápida es como comer basura. No sólo no nos sirve, sino que nos hace daño, en tantas maneras como uno se pueda imaginar. Entiéndase por comida rápida: pan, galletas, bebidas gaseosas y jugos de botella, dulces, pastas, embutidos, comida congelada, etc, todo lo que se compra listo o casi listo para consumir, a excepción de la fruta y verdura por supuesto. Hay estudios que explican, por ejemplo, los mecanismos por los que la comida rápida genera inflamación y oxidación en nuestro cuerpo, pero es una inflamación silenciosa, que no se nota de inmediato, pero tiene un efecto acumulativo. Ésta se llama Inflamación Mínima Persistente. Y a largo plazo, según nuestras características y debilidades individuales, nos deterioramos más rápido, envejecemos prematuramente o simplemente andamos cansados por la vida.
Aunque no lo creas, detrás de cada enfermedad crónica, hay años de inflamación mínima persistente, lo que se conoce hoy como «Inflamaging» (algo así como inflamación que te hace envejecer). Por ejemplo, patologías como artrosis, dolores crónicos, diabetes, hipertensión arterial, colesterol alto, cáncer, enfermedades al corazón, a los riñones, Alzheimer, artritis y otras tienen un orígen común: el inflamaging.
La buena noticia aquí, es que nosotros, gracias a que la naturaleza es sabia, tenemos integrado un chip de Auto-Reparación. Sólo necesitamos dos cosas: los ingredientes y la información necesaria para sanarnos.
Los Ingredientes, por un lado, son los nutrientes: vitaminas, minerales, proteínas, lípidos, carbohidratos, etc. Eso lo podemos obtener de los alimentos que nos proporciona nuestra tierra. y si el déficit es muy grande, los podemos obtener en suplementos nutricionales. ¿Cuáles son los alimentos que tienen la mayor cantidad de nutrientes y la menor inflamación? El secreto son los alimentos reales…
Frutas y verduras orgánicas: aportan antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales, y prebióticos para alimentar tus bacterias “buenas”
Semillas: chía, linaza, sésamo, maravilla, zapallo, contienen grasas buenas que apoyan tu sistema nervioso y ayudan en la reparación celular, además de contener vitaminas y minerales como potasio, magnesio, calcio y fósforo. Además, contienen abundantes oligoelementos, como el selenio o el zinc.
Frutos secos: almendras, nueces, castañas de cajú, pecanas, avellanas, etc.
Legumbres: son altas en proteína vegetal, contienen una gran cantidad de fibra, hierro, potasio, molibdeno, antioxidantes y ácido fólico.
Pescados no cultivados, animales de campo o de libre pastoreo,
Huevos de gallina libre alimentadas con maíz, pasto y gusanitos de la tierra. Contiene proteínas y omega 3 (a diferencia de los huevos industriales que tienen mucho omega 6).
Aceites vegetales crudos (no calentados, extraídos en frío), especialmente de oliva, maravilla, linaza, palta, sésamo, coco. *Destacar aquí que es importante equilibrar los aceites vegetales, que tienen más omega 6, con los pescados grasos, que tienen omega 3, ya que si tienes mucho 6 y poco 3, tendrás más inflamación. Por eso los suplementos de omega 3 te ayudan a desinflamar.
Ghee: mantequilla clarificada de vacas de libre pastoreo, contiene grasa saturada que es beneficiosa para tus neuronas y vitaminas lipofílicas como la A, E y D.
Cereales integrales: Quínoa, amaranto, trigo sarraceno, mijo, centeno, arroz (especialmente basmati)
Cacao (chocolates con 70% o más de cacao) tiene alto contenido de magnesio, que te ayuda a alcalinizarte y mejora los calambres.
Té verde: contiene polifenoles antioxidantes y L-teanina que aumenta el GABA en tu cerebro, fomentando la calma y bajando la ansiedad.
Jugos verdes: aportan antioxidantes, vitaminas y minerales de fácil absorción.
Brotes: son altos en minerales y proteína vegetal.
Algas, hojas verdes y todo lo que tenga clorofila: te ayuda a alcalinizar y por tanto oxigenar y desinflamar tu cuerpo.
Hongos: contienen proteína vegetal y vitamina D2.
Fermentados: kéfir, chucrut, kombucha, miso, tempeh, etc. contienen bacterias probióticas que colonizan tu intestino y apoyan la buena digestión, la producción de vitaminas y neurotransmisores y fomentan la buena salud intestinal, ya que alimentan tus células mucosas.
Si te fijas, no he nombrado los lácteos, que tanta fama de saludables tienen, y es porque muchos estudios en los últimos años han demostrado que los lácteos no son tan saludables como se creía, pueden inflamar nuestro sistema digestivo y el consumo excesivo puede incluso aumentar el riesgo de osteoporosis. La excepción es el kéfir, ya que al ser fermentado, contiene bacterias beneficiosas para tu cuerpo (lactobacilos).
Por otro lado, la información para mantener nuestra salud, la obtenemos de múltiples fuentes, por ejemplo: de los medicamentos biorreguladores, del movimiento (ejercicio, yoga, etc), de la conexión con nuestro ser (meditación), de los estímulos físicos (TERAPIA NEURAL, acupuntura, digitopuntura, auriculoterapia, masajes, quiropraxia, etc).
Entonces, lo que quiero expresarte hoy, es que ¡tienes todo en tus manos para tener una salud espectacular! Te invito a evaluar como es tu alimentación hoy, y optimizarla para darle a tus células todo lo que necesitan, así te sentirás bien, tendrás más energía, dormirás mucho mejor, y llegarás a tu segunda y tercera edad con una buena calidad de vida, ¡sin doctores ni remedios!
Ahora bien, si ya tienes alguna dolencia, o ya has comenzado una dieta saludable y no has obtenido el resultado que esperabas, probablemente necesitas un tratamiento para restaurar el equilibrio en tu cuerpo, y para eso estoy yo, para apoyarte en ese proceso de regreso a la salud.
Si quieres una asesoría personalizada para mejorar tu alimentación, realizar una detoxificación o revitalizar tu cuerpo, pincha el botón aquí abajo y agenda una cita médica. Recuerda que limpiar tu organismo una vez al año te ayudará a mantenerte joven por más tiempo.
Espero que te sea útil esta información y si tienes dudas escríbeme a bereriquelme@gmail.com.
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Bendiciones y mucha salud para ti. Un abrazo
Dra. Berenice